sábado, 11 de junio de 2011

Veo, veo...

Conocí de niña, aunque reconozco que no en mis propias carnes, aquello de "la letra con sangre entra", cuando la utilidad de la regla era infringir castigos en la palma de las manos o el "respeto" al docente hacía que nadie respirase sin permiso. Eran tiempos de sota (explicación en la pizarra), caballo (realización de actividades) y rey (corrección y evaluación).

A lo largo de los años, he visto como la relación entre profesores y alumnado se abría a la comunicación y la participación, y la dinámica de las clases hacía posible que aprender fuese "incluso" divertido. Siempre he admirado la capacidad de l@s maest@s para realizar tantas tareas en un curso escolar: clases, reuniones de ciclo, claustros, citas con padres, excursiones, teatro de navidad, carnavales, actividades de fin de curso, actas, memorias, formación... Sin hablar de la integración, la heterogeneidad de los grupos o los problemas de disciplina.

Ahora veo que la entrada de las nuevas tecnologías en el aula van a suponer un punto de inflexión en la enseñanza. Veo la escuela del futuro mucho más constructivista, participativa y motivadora tanto para profesores/as como para alumn@s. Veo una puerta abierta a miles de recursos, a la creatividad, al intercambio de información y a la colaboración. Veo que todo esto supone, como cualquier otra innovación, inversión, formación y dedicación.

Pero, sobre todo, veo que el esfuerzo de todo aquel que acepte el reto con ilusión se verá altamente recompensado al descubrir un mundo lleno de posibilidades.

www.informaticacruces.com